Recoger el premio "Plantá, pedal y cadena" a la mejor plantá de Sección Especial infantil, otorgado recientemente por la falla Gayano Lluch-Dr. Marco Merenciano en su primera edición, me hizo evocar aquellos tiempos en los que, pese a la humildad en los presupuestos y la falta de premios, nuestra ilusión era tan grande como ahora. Esos tiempos de adolescencia en los que las preocupaciones eran otras pero muchas las ganas por dignificar todo aquello que tuviese algo que ver con la "puesta en escena" de nuestras fallas. Cuando, a falta de presupuestos importantes, se plantaban fallas con el corazón.
Vista aérea Falla Infantil 1988
Recordé aquello y a alguien muy especial; nuestro querido amigo Joan Francesc Cerezo, inseparable compañero de viaje, hasta el fin de sus días, en este intenso trayecto a la constante evolución y al éxito tantas veces soñado en largas conversaciones de madrugada que nos servían para construir castillos en el aire.
Pipeta en el Cant de l'estoreta
Si, querido Pipeta, te recordé una vez más, como en tantas ocasiones que me sirven para saber cuanto te echo de menos. Pero te recordé con alegría y orgullo al sentirte partícipe de cuanto estaba ocurriendo porque tú, querido amigo, fuiste pionero en nuestra comisión en esto de decorar las "plantás".
Falla Infantil 1991
¡Como disfrutabas (y nos hacías disfrutar) con aquellas obras de arte que, en la gran mayoría de casos, superaban la calidad de unas fallas que pasaban desapercibidas para el público y, lo que es peor, para los jurados!. Pero lo hacías con ilusión y sin mirar más allá de la propia satisfacción que nos producía cumplir con la tradición de plantar falla y dignificarla con nuestra labor, mostrando el respeto que merece cualquier falla por humilde que sea.
Falla Grande 1988
Eso no lo olvido, amigo.....no debemos olvidarlo. Por eso he querido rescatar del baúl de los recuerdos algunas (pocas) imágenes de esos trabajos que forman parte de nuestra vida, de nuestra historia y de nuestro corazón, especialmente para los que compartimos contigo aquellos y otros momentos.
Falla Infantil 1990
¡Qué visión la que yo tenía desde el balcón de mi casa! ¡Qué privilegio! Eran "Plantás" con mayúsculas, tan "especiales" que merecen un lugar de honor en nuestra historia y que, no me cabe la menor duda, habrían conseguido también ese galardón que ya figura en nuestro "haber" casi treinta años después.
¡Va por ti, Pipeta!
Marcos E. Soriano