¡Que el ritmo no pare!
Como si estuviéramos haciendo caso al estribillo de la canción, el ritmo no para en el Casal del Duc, ¡ni de noche ni de día!. La costosa pero ilusionante creación de este nuevo mundo de fantasía hace que, los diferentes turnos en los que se dividen las labores creativas, estén formados por diversos grupos de entusiastas falleros que intensifican su trabajo a medida que se va acercando el momento del debut del grupo de playback infantil.
Espectacular es el trabajo que se está realizando como espectacular va a ser la puesta en escena de un número musical que ha contagiado la ilusión tanto a los "nanos" como a los adultos. Unos decorados a la altura de lo que nuestros artistas merecen y que, por razones obvias, no mostramos al público hasta el momento de su estreno, con el fin de seguir manteniendo intacto nuestro secreto mejor guardado hasta que llegue su hora.
Lo que no es ningún secreto es el trabajo incondicional de un grupo de falleros que, junto a nuestras queridas "costureras", forman un equipo tan impresionante como digno del mejor elogio y que acostumbra a recibir los parabienes del mundo fallero y la sociedad en general.
Como destacábamos ayer, la Falla del Duc es un fenómeno social y eso lo ha conseguido a base de sacrificio, trabajo y dedicación.
¡No hay secretos!