Cristina Marín Gómez
¡Che, quina paella mes bona!
Esa era la expresión generalizada de los falleros del Duc a la hora de degustar el extraordinario trabajo gastronómico de nuestros chefs. La suma de la calidad de los cocineros con el hambre acumulado durante la jornada convirtió en éxito este encuentro gastronómico.
La cosa era fácil; buen ambiente, mejores cocineros, muchas cosas en común y ganas de disfrutar de la compañía de los amigos, hacían de esta una pócima perfecta para que todo tuviera un final feliz. Y así fue.
La amable invitación de Irene y Cristina junto con las ganas de pasarlo bien del resto, hicieron que todo saliera a pedir de boca. Por eso hay que agradecérselo a nuestras Falleras Mayores y felicitarnos todos porque esto es una clara muestra de nuestro interés por "hacer falla"; y eso se nota.
Ahora hay que ir pensando en la siguiente porque, como ocurre en el caso de los niños, esto es un no parar.
¡ Y no pararemos!
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